martes, 12 de agosto de 2008

Originalidad o imitación.


Los humanos no somos tan originales ni tan auténticos como creemos, aunque tampoco ocurre nada, eso no nos hace ni mejores ni peores de lo que somos. Pero es interesante ser un poco conscientes de ellos, porque ya desde pequeños vamos conformando nuestro carácter y nuestros gustos, y nuestros gestos a partir de lo que vemos u oímos.
No es difícil ver a un hijo andar como lo hace su madre o su padre, o a una niña pedir una cola light como hace su padre o su madre, o a un niño hablar con los mismos prejuicios que tengan sus padres. Tampoco es extraño incluso oír como el niño imita claramente el tono de la madre, o del madre, e incluso la entonación, y por eso es tan evidente distinguir a un gallego, de un gaditano, o a un argentino de un chileno, sencillamente la imitación.
Una vez conocí a una alemana que había aprendido castellano en colombia, y no dejaba de decir ¡qué chebere! además de notarse ese acento latinoamericano, lo cual resultaba curioso, porque ella no perdía su acento alemán.

Imitamos todo. Desde el modo de caminar, hasta el modo de ver las cosas. depende del grado de contrastes y de crecimiento interior el hecho de que cada individuo vaya conformando su propio carácter. la mayoría de las veces, por desgracia esto no suele ocurrir. Y por eso no es tan difícil encontrar que la gente de pueblo habla con ese deje de pueblo, que no es necesario para comunicarse. no lo critico, simplemente que es pura y sencilla imitación.

Lo mismo ocurre con las televisiones, con sus comentaristas, o con los reporteros, todos ponen, dependiendo del canal al que pertenezcan una entonación común.

Y después hay voz de partido de fútbol, para televisión de un modo, para radio de otro. (He de reconocer que una de las voces que más odio es la del Carrusel deportivo, en la radio.) hay voz de locutor de partidos de baloncesto, de lucha libre, de ciclismo, de carreras de formula uno... y todas se van imitando unas a otras...

También ocurre en series de televisión... que un actor con una determinada voz, y un modo concreto de entonar acaba siendo imitado por todos...

Se imitan las voces de la calle, de los gorrillas aparcacoches, siempre con esa voz rota, algo que parece ser inherente a todo gorrilla...

Se imita la voz a la hora de pedir limosnas...
Se imita la voz de cajera del supermercado...
se imita la voz de los aeropuertos, de las estaciones de trenes...

Es como si uno no pudiese decir lo mismo sin esa entonación concreta...

Pero con todo esto se puede vivir... Al fin y al cabo no parece hacer mucho daño a nadie...

pero hay algo, que creo que no es muy positivo... y es cuando el niño imita los gustos del padre o de la madre, y no sólo los gustos, sino también el modo de pensar, o el tipo de preocupaciones... Niños con seis años que ya tienen ideas raciales porque las han oído de sus padres...
En el youtube se pueden ver dos videos curiosos... Un niño cantando el Cara al Sol, otro niño cantando una canción De Extremoduro... me imagino que esto va a configurar los caracteres de ambos niños... ni necesariamente el primero acabará siendo un neo-nazi... ni el segundo un drogata... pero me da a mí que algo sí que les va a influir...

Lo que más sorprende es ver a un niño, o a una niña de seis años, pedir una cola light, porque si no es light engorda... un niño de seis años ya sabe muchas cosas y es muy inteligente... pero no encuentro la necesidad de tener ya en mente un problema de obesidad o de sentirse gordo... Tal vez sería más lógico que pidiesen agua porque la cafeína no deja dormir, o excitante... esto me parecía no sólo más lógico, sino de un niño que está siendo educado desde la claridad... y no desde el miedo... o la manía...

Porque las manías también se imitan... Sólo necesitamos que alguien nos diga que las barras del metro, donde uno se puede agarrar para no caerse cuando el tren está en movimiento, están llenas de mugre de los otros, para que comencemos a sentir esa mugrecilla y ya nos moleste cogernos de las barras para no caer... haciendo acrobacias de pie para no caer...

Se imita el modo de reír, el modo de enfadarse, el modo de tener ira... me sorprende ver a niños de cuatro años con ojos llenos de ira... ¿Dónde habrán visto esos niños una mirada tan llena de ira?

Se imita el tipo de peinado, la manera de vestirse... últimamente no dejo de ver a jóvenes de 14 o 15 años con estética Emo, todos de negro, blanco y rosa, con sus peinados inverosímiles... Y no lo critico... también cada uno tiene que encontrar su lugar... Simplemente es que últimamente observo muchos... y me causa extrañeza... Pero hubo un tiempo en que todos eran rockers, o heavys, o punks, o maquinetos...
La imitación es una manera de aprender... Los artistas no dejan de imitarse... hasta que encuentran su propio camino... a fuerza de rascar... hay unas tendencias... que se siguen durante un tiempo hasta que alguien descubre algo nuevo... y vuelve a aparecer una nueva tendencia... y así sin descanso...

Se suele argumentar que para ser original lo mejor que uno puede hacer es ser uno mismo... y tal vez sea cierto... Lo que ocurre es que tal vez nunca sepamos muy bien quienes somos nosotros mismos...


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