lunes, 1 de septiembre de 2008

Creía que llovía y era mierda que caía.

Creía que si uno creía en Dios era buena persona o que lo intentaba todo para serlo. Creía que los conductores de los automóviles sabían que con el coche se adelantaba más que yendo a pie y que por eso no era necesario correr tanto ni ir con prisas. Creía que los adultos tenían respuesta para todo, lo podían controlar todo, y que ante todo sabían razonar. Creía que los ladrones estaban lejos, también creía lo mismo de los asesinos y de los violadores. Creía que la gente hablaba para comprenderse. Creía que los médicos hacían todo cuanto estaba en su mano para curar a un enfermo. Creía que el arte era libre y verdadero. Creía que tener cultura era leer libros. Creía que los políticos hacían todo cuanto estaba en sus manos para mejorar la vida del pueblo. creía que mi abuelo resucitaría al tercer día de ser enterrado. Creía que todos los padres amaban a todos sus hijos. Creía que para ser policía había que ser buena persona. Creía que para llegar lejos en la vida uno tenía que ser inteligente. Creía que todos querían comprender al resto de la gente. Creía que los curas no se masturbaban. Creía que el amor era para siempre. Creía que si me equivocaba de religión dios me perdonaría y no me llevaría a los infiernos. Creía que todos los profesores y todos los maestros amaban la enseñanza. Creía que el dinero caía del cielo. Creía que nunca me moriría. Creía que llovía y era mierda que caía.

2 comentarios:

Canichu, el espía del bar dijo...

y tras leer todo esto, sólo puedo decir que ciertamente hay que ver para creer...

cuencodearroz.blogspot.com dijo...

lo que tú dices canichu... ver para creer... A veces no entiendo cómo mi padre todavía me sigue preguntado por qué me volví tan ateo..